Comprensión lectora, la clave del éxito escolar
Imagina un espacio de lectura con actividades diversas y adecuadas a los intereses del niño, donde se crea un diálogo alrededor de aquello que se ha leído, un espacio de imaginación y creatividad donde suceden cosas especiales. Así es la actividad Acompañar en la lectura que se está llevando a cabo en distintos puntos de España.
“Me llamó la atención que veníamos a jugar”, esa fue la primera impresión de Albert Falgueres, voluntario de Girona ya jubilado que asociaba la lectura a una actividad seria. “Quizá es porque yo aprendí de otra manera, pero está claro que esta fórmula es mucho más efectiva y divertida para todos los implicados”.
Efectivamente, gracias a la atención personalizada y el dinamismo de esta metodología, el 73 % de los niños que participan en este programa mejoran la comprensión lectora, y en consecuencia el rendimiento escolar.
“Lo importante de esta propuesta es que los alumnos no la sientan como una actividad extraescolar”, explica Silvia Alonso, responsable de los proyectos relacionados con infancia y juventud en la Asociación YMCA, en Logroño. Por eso, “en la primera sesión los niños explican cuáles son sus intereses y así los voluntarios pueden traer un libro que responda a ellos”, cuenta. Cuando la Asociación de Voluntarios de ”la Caixa” les propuso la actividad Acompañar en la lectura les pareció muy interesante, ya que cumple con un doble objetivo: “no solo se mejora la comprensión lectora, sino que también se trabajan valores y se fomenta la lectura”.

La actividad cuenta con una metodología estructurada en tres partes. Durante los primeros diez minutos, el grupo se pone al día sobre cómo ha ido la semana; la segunda parte es la actividad en sí misma, dura cuarenta minutos y responde al objetivo de mejorar la comprensión lectora mediante textos que sean de interés para el niño. La actividad es de mentoría individualizada, es decir: por cada niño, un voluntario. Por último, se dedican diez minutos a decidir qué se querrá hacer durante la siguiente sesión. “Cuando arrancas con una clase piensas que estarás una hora, pero hay días que nos hemos llegado a quedar hasta tres porque el niño está disfrutando tanto que no quieres cortar el momento”, relata Albert.

Para Anna Miret, delegada de la Delegación de Tarragona, esta actividad está siendo un éxito en todos los sentidos. “Lo que más me ha gustado es ver que si a un niño le ofreces una lectura basada en sus intereses consigues su atención plena”. Además, Anna relata que, al ser una actividad continuada, se genera un vínculo especial con estos niños, que tienen entre ocho y diez años, que están en situación de vulnerabilidad y que en algunos casos, al tener orígenes de otro país, ayudan a ampliar las miras y a aprender de otras realidades. “Tenemos un compañero que nunca había hecho voluntariado y que no se esperaba generar este vínculo con un niño a través de la lectura y compartir valores que están directamente asociados a este espacio”.