El impacto del voluntariado

“Cuando doy, me doy a mí mismo.” Esta frase del poeta Walt Whitman toma sentido cuando hablamos de los efectos positivos que tiene el voluntariado.

Podemos decir que cuando dejamos de preocuparnos de nosotros por un rato conseguimos liberar nuestra mente, lo que nos provoca un aumento de autoestima y mejora nuestro humor. Además, como estamos acompañados y activos, reducimos el riesgo de sufrir depresión y por ende soledad. Hay incluso quien dice que el voluntariado da sentido a la vida.

Mientras estamos ejerciendo como voluntarios, mejoramos nuestras habilidades personales, aprendemos a vivir con empatía y a transmitir equilibrio y compasión. Además, según la actividad que realicemos mejoramos la capacidad de liderazgo y la capacidad de trabajar en equipo, y desarrollamos aptitudes de comunicación.

Todos estos datos los recogen en un estudio el Institute of Volunteering Research y el Points of Light Institute. Y van más allá, ya que también analizan el impacto del voluntariado en la sociedad. Por ejemplo, está demostrado que mejora la calidad de vida vecinal y aumenta el compromiso cívico, al construir comunidades más fuertes y seguras gracias a la cohesión social.

Y por si fuera poco el impacto que ejerce el voluntariado sobre las personas y la sociedad, también tiene su efecto positivo en la economía y la empresa. Porque, gracias al voluntariado corporativo, aumenta la satisfacción laboral, disminuye el gasto en salud, mejora la gestión del tiempo y sobre todo, y muy importante, el compañerismo.

Y si todavía no eres un voluntario activo, ¿a qué estás esperando? Entra aquí y empieza por apuntarte a una actividad. Entre todos, te acompañaremos.